Peña Nieto: Lecciones para Resolver Conflictos (o ¿Qué no hacer si eres Presidente y el país un polvorín?)

Fernando Navarro Sánchez

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Ayer 5 de enero de 2017 por la noche, el Presidente Enrique Peña Nieto dio un mensaje a la nación en el marco del inicio de año más acalorado y peligrosamente agitado que yo recuerde. (Esta apreciación, reconozco, tiene la subjetividad de quien, como yo, fui víctima junto con mi mujer e hijo bebé de los bloqueos carreteros al grado que no pudimos llegar a nuestra casa. Pero con un vistazo a los medios y redes sociales, me convenzo de que la apreciación es bastante homogénea).

No sorprende a estas alturas del sexenio que EPN tenga poca capacidad de convicción y nula credibilidad, lo que terminó en un mensaje que más que aliviar, causó mayor enojo (a juzgar por el termómetro de mis referencias de medios, de Twitter, de Facebook y de mis contactos en WhatsApp).

Lo que sí me sorprende es que el gobierno federal, que tiene acceso al cien por ciento del sustancioso talento de este país (no conozco como opera, pero supongo que con un par de buenas llamadas de Los Pinos pueden dar con el mejor asesor en cada tema, por especializado que este sea), pretenda calmar el ánimo del país con un mensaje que en pocas palabras justifica su actuar en vez de atender las demandas. Es decir, minimiza los clamores populares dando a entender que los consideran caprichos injustificados, que deberán cesar tan pronto entiendan que lo que hizo el gobierno es lo correcto.

Y es que independientemente de la solidez y pertinencia de la Reforma Energética y cuantas medidas políticas y económicas hayan terminado en el #gasolinazo de estos días, lo cierto es que hay un conflicto claro, fuerte y peligroso.

Las teorías de negociación y mediación para la resolución de conflictos son claras en precisar que, lo primero que una de las partes en un conflicto debe hacer es reconocer que existe el conflicto, y que para resolverlo se necesita de la otra parte. Pero vámonos por partes. A riesgo de sobre-simplificar, esta podría ser la radiografía elemental del conflicto, a la luz de la teoría básica de negociación de los padres de la Escuela de Negociación de Harvard, William Ury y Roger Fisher (referirse al muy recomendable y ágil libro Getting to Yes, u Obtenga el Sí disponible en Amazon aquí).

Partes Gobierno Federal (GOB) Sociedad Civil (SC)
Posiciones Las medidas (#gasolinazo) deben aplicarse irremediablemente. Gasolinazo no debe aplicarse.
Intereses
  • Mitigar el riesgo de sobre endeudamiento al prolongar el subsidio a las gasolinas
  • Continuar implementando la Reforma Energética de 2014
  • Eficientar el uso y disponibilidad de recursos.
  • Evitar la pérdida de poder adquisitivo ante el incremento de precios
  • Transparencia en el uso de los recursos derivados del cambio en la estructura financiera del precio de las gasolinas
  • Evitar pagar (con los incrementos) las vidas y beneficios personales de los partidos políticos y servidores
Consecuencias Inmediatas del Conflicto
  • Pérdida de Credibilidad y capital político
  • Crisis social
  • Ingobernabilidad
  • Incapacidad de impulsar otros temas de agenda pública
  • Enfado
  • Reducción al poder adquisitivo familiar Enfrentamiento y sufrimiento de manifestaciones, bloqueos y saqueos

¿Qué no hacer?

Es decir, el gobierno pareciera pensar que no hay nada que hacer más que empujar sus políticas cómo y cuándo lo ha decidido. Al hacerlo fallan en reconocer la existencia de un conflicto para su propio perjuicio pues las consecuencias del mismo sólo se incrementarán. Es la receta exacta de lo que NO SE DEBE HACER al resolver un conflicto.

¿Qué sí se puede hacer?

Entendiendo que el ejercicio del poder público es muy complejo, considero que al menos el Gobierno Federal haría bien en comunicar y efectivamente ejercer un trabajo de reconocimiento de que existe un conflicto y la sociedad civil tiene legítimos intereses que necesitan ser atendidos de una u otra forma. Y aquí está la clave, “de una u otra forma”. No quiere decir que se detendrá indefinidamente el #gasolinazo y que las cosas
deberán regresar a lo que eran para permanecer inmóviles ante la evolución mundial. No. Se trata de lograr persuadir a la sociedad civil a través de la atención de sus intereses y el reconocimiento genuino (no forzado y acompañado de cero acciones, como lo ha hecho EPN) de que tales intereses y preocupaciones existen.

Ideas:

  • Detener el #gasolinazo y buscar una implementación gradual;
  • Implementar herramientas fiscales para atenuar el impacto en el poder adquisitivo de las familias (p.ej., aumentar deducibilidad, reducir IEPS, etc);
  • Anunciar un genuino y sólido programa de austeridad que refleje que el impacto es para todos (p.ej., eliminar aguinaldos para altos funcionarios, reducir prestaciones innecesarias…);

Si la administración Peñanietista no hace nada de esto, e insiste en caminar bajo el son de la frase “voy derecho no me quito” no solo se condenará a pasar a la historia como el peor gobierno del México moderno, sino que dejará al país en un delicadísimo estado de hartazgo y enojo ante las trascendentales elecciones de 2018.


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